Si no mantenernos el aceite al nivel adecuado, cambiándolo cada 10.000 kilómetros o una vez al año, se pueden producir recalentamientos fatales para el funcionamiento del motor.
Las pastillas y otros elementos se van desgastando con el uso. Asimismo, debemos estar atentos a las fugas de líquido.
Retienen las impurezas que, de penetrar en el motor, pueden degradarlo. La presencia de sustancias extrañas también afecta al consumo de combustible. La recomendación general es sustituir el filtro de aire cada 15.000 km o al año, lo que suceda antes.
Circular con líquido un refrigerante que ha perdido sus propiedades pone en riesgo elementos como la junta de la culata. También al propio motor, que sufrirá riesgo de sobrecalentamiento.
Son muchas y variadas (de posición, intermitentes, de emergencia, de marcha atrás, antiniebla, etc.) y pueden fundirse en cualquier momento.
La duración media de una batería de coche está entre los 3 y 7 años, pero variará en función de muchos factores.